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Ilustración infantil. Jugando en la playa.

Estoy rescatando algunos trabajos antiguos en todo el maremagnum que tenía de imágenes desordenadas y esta es una de las que más satisfecho estoy. Se me ocurrió en la sala de espera del aeropuerto de Barajas. Para matar el tiempo siempre llevo un bloc para garabatear y este dibujo salió casi del tirón. Recordé mi niñez en la playa junto a mis hermanos. Nos encantaba hurgar entre las rocas y meter las manos en los agujeros que quedaban expuestos a la bajamar. Más de una vez nos gastábamos bromas con que algún monstruo podía habernos atrapado los dedos. Por suerte no fue así, aunque nos llevamos alguna mordedura de algún cangrejo y más de una picadura de anémona. Incluso una vez un pez escorpión me dejó la mano hinchada una buena temporada. Pero eso es otra historia que seguro que me da para otra ilustración.

Diseño de personajes: Il diavoletto.

No sé cómo catalogar esta imagen.

Si maternal, si canalla, si graciosa. No sé.

Se me ocurrió al recordar un dibujo que les hice a unos amigos de Bilbao que me pedían una imagen conmemorativa del final del curso de ejecutivos de ventas en Telefónica, allá por 1999. En dicho curso teníamos una compañera muy sexy y con un "balcón" que podía rivalizar en belleza y poderío con cualquiera de los exhibidos en los Patios de Córdoba.

Y así dibujé a un vendedor, con su traje y todo, en una pose yacente y satisfecha entre los (imaginados) senos de nuestra compañera. No sé qué fue de aquel dibujo, pero como ha vuelto a mi memoria, le he dado una vuelta y me he currado esta imagen ya con un toque un poco macarra. 


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