Estoy rescatando algunos trabajos antiguos en todo el maremagnum que tenía de imágenes desordenadas y esta es una de las que más satisfecho estoy. Se me ocurrió en la sala de espera del aeropuerto de Barajas. Para matar el tiempo siempre llevo un bloc para garabatear y este dibujo salió casi del tirón. Recordé mi niñez en la playa junto a mis hermanos. Nos encantaba hurgar entre las rocas y meter las manos en los agujeros que quedaban expuestos a la bajamar. Más de una vez nos gastábamos bromas con que algún monstruo podía habernos atrapado los dedos. Por suerte no fue así, aunque nos llevamos alguna mordedura de algún cangrejo y más de una picadura de anémona. Incluso una vez un pez escorpión me dejó la mano hinchada una buena temporada. Pero eso es otra historia que seguro que me da para otra ilustración.
La primera vez que vi un Ipad me imaginé que podría ser cacharro útil para dibujar y pintar. Para mi, que siempre ando con papelitos dibujados en los bolsos y que luego nunca me acuerdo de ordenar, sería un aliado "collonut". Y después de bastante tiempo y ahorro, me he hecho con él. Empezar a trabajar con él no ha resultado fácil del todo, pues estoy muy acostumbrado a trabajar en papel, escanear el boceto y currármelo luego con Photoshop y mi tableta Wacom. Dibujar en pantalla directamente, no es tan sencillo como pudiera pensarse inicialmente. Pero como soy MUY tenaz (cabezón, que diría mi mujer), no he parado hasta parir mi primer trabajo. Para el mismo he utilizado el Sketchbook Pro y no ha sido muy complicado encontrarle las vueltas. Ahí va.