Estoy rescatando algunos trabajos antiguos en todo el maremagnum que tenía de imágenes desordenadas y esta es una de las que más satisfecho estoy. Se me ocurrió en la sala de espera del aeropuerto de Barajas. Para matar el tiempo siempre llevo un bloc para garabatear y este dibujo salió casi del tirón. Recordé mi niñez en la playa junto a mis hermanos. Nos encantaba hurgar entre las rocas y meter las manos en los agujeros que quedaban expuestos a la bajamar. Más de una vez nos gastábamos bromas con que algún monstruo podía habernos atrapado los dedos. Por suerte no fue así, aunque nos llevamos alguna mordedura de algún cangrejo y más de una picadura de anémona. Incluso una vez un pez escorpión me dejó la mano hinchada una buena temporada. Pero eso es otra historia que seguro que me da para otra ilustración.
Hoy estaba haciendo limpieza y me he encontrado esta pegatina de hace 24 años!!! La tenía entre apuntes y bocetos y ya ni me acordaba de ella. Me he llevado una alegría "vintage" pues fue mi primer y único trabajo de diseño gráfico durante años. De aquella me daba por el cómic y no le di la importancia que debía. Fue un trabajo que nació de dos bocetos separados y que adquirieron sentido al juntarlos. Por un lado la bruja y por el otro el Cerro Santa Catalina (visión cenital) disfrazado. El resultado fue realizado sobre stickers (pegatinas... pero ahora está de moda lo de "stickers") y recortados formando un todo. Los bordes de las figuras fueron repasados con rotulador indeleble y la pieza final no quedó nada mal en imprenta. Ya veis, también se podían hacer cosas bonitas en formato analógico.