Hieronimous

Casi todos los que practicamos la pesca submarina tendemos a adecuar el material que viene de fábrica a nuestras necesidades reales... o a las que creemos tener. Existe la tentación de darle más potencia al tiro, comprometiendo balísticamente la fiabilidad del arma pues existe una relación entre el peso y longitud de la varilla, el peso, densidad, rigidez y longitud del fuste que la soporta y la propia fuerza y firmeza del que la sostiene. Además, está el medio propulsor: las gomas. Que si no son adecuadas a las variables antes comentadas pueden dar lugar a situaciones como las que comentaba Don Mendo en el juego de las siete y media (leer "La venganza de Don Mendo", de Pedro Muñoz Seca): que o te pasas, o no llegas. Y alguno que yo me sé, del esfuerzo sufrió una expulsión incontrolada.

El busgosu es el equivalente en la mitología asturiana al dios griego Pan. Es como un fauno, con cuernos de cabra, brazos y torso humanos y velludos, y piernas también de cabra. Habita en los bosques astures y se dice de él que protege a los pastores, aunque en la zona occidental se creía que el busgosu, como señor y garante de los bosques, era enemigo de los cazadores y leñadores, a los que perseguía hasta hacerlos despeñarse. También se creía que raptaba a las mujeres, enlazando su leyenda como sátiro a la del dios griego ya mencionado. La ilustración mitológica que adjunto se refiere a esta parte de la leyenda. Está realizada enteramente en Photoshop. Primero realicé un boceto y luego utilicé una paleta reducida de colores, para fijar la escena en una noche de verano.

Antes de hacer este trabajo, me informé y leí bastante acerca de las características y la morfología del Cuélebre. También conté con la ayuda de mi amigo Javier pues me dio una descripción bastante detallada de lo que su padre, todavía hoy, asegura haber visto de niño. Este señor cuenta que en su pueblo se formó un gran revuelo pues los hombres se juntaron para dar caza al Cuélebre y lo abatieron en la entrada de su cueva. A él se le quedó grabado cómo era el animal y, a pesar de que la mente de un niño a veces pueda exagerar u omitir algunos detalles, el relato es lo suficientemente vívido y creíble como para, por lo menos, descartar que quien lo narra sea un visionario. Pero yo sí puedo permitirme serlo e imaginarlo. Y este es el resultado: un cuélebre de montaña. La imagen es un Cuélebre sobre un roble viejo en una fría y soleada mañana de invierno. Está en un alto sobre un valle y olisquea el aire en busca de una presa. Al fondo se ven los picos de Europa y un valle. ¿Cómo

Últimamente me estoy haciendo más ordenado (será cosa de la edad!!!) Y ya no voy dibujando en cualquier papel que luego no recuerdo dónde lo he dejado. Ahora todo lo que se me ocurre lo voy plasmando sobre un bloc de trabajo (un sketchbook, por utilizar un término que se está imponiendo) Es una buena manera de tener todas las ideas a mano y además la calidad del papel es buena. He vuelto a descubrir el placer de dibujar sobre papel y manchar con rotuladores, tinta y pinturas como cuando era niño. Y como tal, he vuelto a dibujar superhéroes. Era una antigua pasión infantil que nació con los primeros cómics que llegaron de ultramar y que devoraba semanalmente. El caso es que disfruto mucho transformándolos, mezclándolos y poniéndolos en situaciones que no son en las que se les ve habitualmente. Ahí van dos ejemplos:

Son más que mis amigos. Son más que mi familia. Son Ángeles, Ángel y un "angelito". Y, si los ven por la calle y los reconocen, sepan que son buenísimas personas y con un cariño inmenso que compartir. Ahí van sus caricaturas!!!

Este es uno de los trabajos de los que estoy más orgulloso. Mi hija Candela es una enamorada del dibujo y hace unos diseños de bailarinas que me tienen cautivado. Por eso escaneé uno de ellos y lo coloreé con Photoshop. Este es el resultado. ¿No es un encanto?